Por los años 1875 y 1916 hubo un incremento de la presencia norteamericana en la República Dominicana; primero fueron las inversiones en el sector azucarero, lo que implicaba compras masivas de terrenos, descampesinización y desembolso para establecer las unidades productivas, con la complicidad de las autoridades policiales, judiciales y el poder ejecutivo.
Luego se dedicaron a adquirir ingenios y campos cañeros de los propietarios nacionales que quebraban por los bajos precios del azúcar en el mercado internacional, esta situación les impide pagar los préstamos e intereses en los cuales habían incurrido.
Más tarde el gobierno de Lilís quebró el banco francés que operaba en el país y negocio con los capitales norteamericanos, quienes compraron la deuda pública y financiaron nuevos empréstitos, pasando a controlar la vida económica y financiera de la República Dominicana. Francia y Alemania amenazaron con bombardear el país, utilizaron esto como forma de ejercer presión para así poder cobrar sus respectivas deudas.
En 1892 se hizo el primer tratado comercial entre los Estados Unidos y República Dominicana y desde ese entonces el país pasó a comercializar menos en Europa, a tal extremo que EE.UU controlo el 80% de las exportaciones y el 70% de las importaciones.
Como parte del proceso de penetracion de los capitales norteamericanos en el país se estableció que el transporte de las mercancías y pasajeros hacia y desde República Dominicana sólo podía efectuarse en barcos de la compañía Clyde, con lo que se estableció un monopolio del transporte.
El final del siglo 19 fue, como ahora, espectacular para las masas que deslumbrados con fantasías y prédicas sobre el PROGRESO ignoraban el peligro latente por la rivalidad inter-imperialista en el plano internacional, que creaba las condiciones para una guerra a gran escala.
En toda Latinoamérica creica la influencia militar, comercial, diplomática y política de EEUU, que tomaba amplias ventajas de su superioridad productiva y como nueva potencia emergente. La guerra contra Cuba y España en 19898, la agresion a Colombia para apropiarse de Panamá, la toma de Nicaragua, las influencia en México y Guatemala y la agitación de la prensa amarillista para que siguiera avanzando en nombre del destino manifiesto, así como la creación de la unión panamericana, para integrar los países latinoamericanos a su redil y por la debilidad de las mayorías de las naciones de Centroamérica y del Caribe, facilitó la estrategia imperialista de los EEUU.
En lo interno la debilidad Dominicana venía acentuándose desde el ajusticiamiento del presidente Lilís a mediados del año 1899 y por el caos político y militar de los caudillos que se prolongó hasta 1916. En el año 1902 el vicepresidente Horacio Vásquez conspiro y derrocó al presidente Juan Jimenez y hasta el año 1905 hubo alzamientos y guerras civiles, nacieron las tendencias Bola y Coluda y sus subdivisiones, lo que hizo anarquizar más el panorama.
lo más destacado de esta crisis sempiterna fue el intento norteamericano de anexarse al país con el Laudo Arbitral y el Modus Vivendi, en 1903 y 1905. Pero ese objetivo venía preparándose desde 1849 cuando el aventurero William Cazneau y la señora Montgomery desplegaron las primeras gestiones en ese tenor; siguieron con la creación de la Samana Bay Company y se profundizaron con las diligencias del apátrida Buenaventura Báez durante su dictadura que perduró seis años comenzando en 1868 y terminado en 1874.
Bajo la dictadura modernista de Ramón Cáceres en los años 1906 hasta 1911 se firmó la Convención Dominico-Americana en 1907 que dio el golpe mortal a la soberanía del país, en el cual se perdió el control de aduanas, se perdió el derecho de autogobierno y se paso a depender de las aprobaciones norteamericanas para ejecutar el presupuesto, en el país entero en un régimen tutelar.
Cáceres fue asesinado en noviembre del año 1911 y con ello retorno el caos político y militar, gracias a esto EEUU alegó la violación de la Convención e invadió la República Dominicana en mayo del año 1916.
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